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| Putin y Cirilo I |
El ciudadano Edicion 128, Mundo
La Iglesia cristiana ortodoxa, que está recuperando su papel
tradicional en la Rusia postsoviética, acaba de describir la lucha de su
gobierno contra el Estado islámico y otros grupos yihadistas en Siria como una
“guerra santa”.
Vsevolod Chaplin, jefe del Departamento de Asuntos Públicos
de la Iglesia, en unas declaraciones recogidas por frontpagemag, asegura que
“la lucha contra el terrorismo es una batalla sagrada y hoy nuestro país es
quizás la fuerza más activa en el mundo de la lucha contra ella. La Federación
de Rusia ha tomado una decisión responsable en el uso de las fuerzas armadas
para defender al pueblo de Siria de los dolores causados por la arbitrariedad
de los terroristas. Los cristianos están sufriendo en la región con el
secuestro de los clérigos y la destrucción de iglesias. Los musulmanes están
sufriendo no menos.
Esto no es un pretexto para justificar la intervención en
Siria. Durante años, los líderes ortodoxos de Rusia han estado expresando su
preocupación por los cristianos perseguidos. En 2012, la iglesia rusa describió
a Vladimir Putin el tratamiento horrible que los cristianos están
experimentando en todo el mundo, especialmente en el Islam.
El jefe de Relaciones Eclesiásticas Exteriores, el
Metropolitana Illarion, dijo que cada cinco minutos un cristiano estaba
muriendo por su fe en alguna parte del mundo, especificando que él estaba
hablando de países como Irak, Egipto, Pakistán y la India. El clérigo pidió a
Putin que la protección de los cristianos fuera una de las directrices de su
política exterior en el futuro. “Así será, sin duda”, respondió Putin.
El Patriarca ruso Kirill incluso escribió una apasionada carta a Obama, implorándole que
dejara de empoderar a los asesinos de los cristianos. El patriarca dijo: “Estoy
profundamente convencido de que los países que pertenecen a la civilización
cristiana tienen una responsabilidad especial por el destino de los cristianos
en el Medio Oriente” aunque añadió estar seguro de que la carta terminó en una
papelera del Despacho Oval. “¿Después de todo, no dejó claro Obama que Estados
Unidos ya no es una nación cristiana?”
